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Sabías que, en la Parroquia de Santa Mónica en La Barca existe un Cristo con un origen muy misterioso? Al parecer una noche, entre 1900 y 1910 un grupo de forasteros llegaron a la antigua hacienda del Sr Amado M Rivas ubicada en la comunidad de Zalamea, que al ser ya tarde y al estar de paso, pidieron ahí hospedaje para poder descansar ellos y sus animales, los cuales llevaban cargando grandes bultos sobre sus cuerpos, los dueños con gusto los recibieron e incluso les alimentaron. Cuenta la leyenda, que al amanecer, los forasteros muy temprano dejaron el lugar para retomar su camino, abandonando en las bodegas de la hacienda cuatro grandes bultos. Al percatarse el Sr Rivas, paciente espero el regreso de los forasteros que, se creía, habían olvidado su carga. Pasó el tiempo y los forasteros nunca regresaron. Fue entonces cuando el Sr Rivas pidió descubrir los cuatro bultos ahí dejados, lo que encontraron los dejó helados, eran cuatro piezas religiosas talladas a mano de madera fina que juntos formaban la escena del Calvario, Jesús en la cruz, junto a María su madre, María Magdalena y el discípulo Juan. Misterio que hasta la fecha se encuentra en la capilla lateral de la Parroquia de Santa Mónica, capilla que se mandó decorar por el mismo Amado M Rivas para la veneración de dichas imágenes. La Barca esta llena de sorpresas y misterios, te invitamos a visitarla para descubrirlos.
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