La guitarra es sin duda el instrumento más versátil de cuantos se utilizan en las músicas de tradición oral y en otras. Las distintas técnicas con las que se puede tocar se han experimentado desde antiguo, como la clásica hispánica medieval del rasgueo, y la morisca u oriental del punteo, que los intérpretes españoles supieron fusionar con brillantez y que tan bien ha sabido explorar el flamenco, pero también las músicas de tradición oral, que en estos aspectos no han sido suficientemente valoradas, por lo general, pues demasiadas veces se las encasilla en modelos fáciles y repetitivos, con unas pocas notas sin variación apenas, especialmente entre los que optan por la reproducción mecánica más simple, bien por falta de capacidades o bien por carencia de referencias. Sin embargo, en todo tiempo han existido espíritus abiertos y creativos que han buscado la excelencia en el toque, alejándose de hieratismos anodinos, y basándose en la herencia recibida e incrementándola con sus habilidades personales, normalmente debidas a la intuición más que a la enseñanza académica. Un ejemplo de estos toques vivos y excelentes se da en las comarcas fronterizas entre las provincias de Murcia y Almería (sureste de España), donde tanto la memoria histórica como la experiencia reciente confirman que han existido unos muy apreciados músicos populares que han marcado a generaciones de seguidores de estas músicas, como es el caso en el pasado de Los Ciegos de Lubrín (Almería) y más recientemente de El Chato de Puerto Lumbreras (1938-2000, también nativo de Lubrín) y el todavía en activo Cojo de Henares (1943). Ellos mejor que nadie mostraron cómo unas músicas, sujetas siempre al ritmo que precisa el baile, pueden ser tremendamente vivas y variadas, alejándose de la monotonía y cautivando a las gentes, haciendo veraz una nota que describe lo más brillante de las músicas de tradición oral: “tocó una cosa tan alegre y espoleadora […] y tan fecunda en caprichos, que no saliéndose del tema, puede uno tocar tres días seguidos y todo será siempre lo mismo y todo diferente” (Braulio Foz -1791-1865-, relatando una fiesta en Colungo, Huesca, a mediados del siglo XIX. Citado por José Manuel Molina Gámez en su obra Fiesta de Verdiales, 2010).
Como muestra de esta excelencia en el toque, aportamos a la Colección Memorias de la Tradición
www.youtube.com/user/antropologoclementeestas parrandas del medio (variedad de seguidillas, también llamadas peretas por atribuirse su enseñanza a Pedro Belmonte, el Tío Perete, músico de Puerto Lumbreras, Murcia), tocadas en el Campo de San Juan (Moratalla, Murcia), el 22-10-2016, por Javier Gómez García, Javi de Nerpio (Dolores de Pacheco, Murcia, 1996), que es un versátil intérprete con antecedentes musicales en Nerpio (Albacete), como su abuelo Desiderio García Plasencia (de los Animeros de Nerpio) y otros parientes, de donde le viene el apodo musical. Javi de Nerpio es ejemplo de cómo las músicas, que actualmente parecería que se van globalizando, no hacen más que seguir el curso natural que dicta la experiencia histórica, ya que no sólo se han interpretado en sitios concretos, sino que han sido transportadas entre lugares por los intérpretes y los que los imitan, y que poseyendo las capacidades adecuadas y entendiendo la esencia de las músicas tradicionales, pueden asimilarse y desarrollarse buscando la excelencia y la variedad en pleno siglo XXI, pues Javier se ha podido guiar por otros músicos (como Pedro Cabrera Puche, de Las Torres de Cotillas, Murcia, pero que continúa la herencia musical de la tierra de sus ancestros , cerca de Puerto Lumbreras) y también con las oportunidades que facilitan internet y las redes sociales, hasta conseguir, con dedicación, estas parrandas llenas de variantes, con multitud de falsetas (o “falsos”, que mencionaba el mítico Juan el Yescas -1928/2014-, de La Encarnación de Caravaca), e integrando rasgueos, punteos y golpeos para lograr, todo en uno, melodía y ritmo briosos.
Aunque también con similares notas y otras denominaciones se tocan en otros lugares, estas parrandas del medio son apreciadas en los bailes de la zona entre Murcia y Almería, desde donde se han extendido entre los aficionados por su gracia y vistosidad. Aquí las podemos ver interpretadas por El Chato de Puerto Lumbreras
youtu.be/VA953nXAUS8 y por El Cojo de Henares
youtu.be/mRIlzJ9X1HY Para conocer más sobre estas músicas en sus contextos, véase:
revistas.um.es/flamenco/article/view/248171 Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez.
Colección Memorias de la Tradición: Licencia Creative Commons BY-NC-SA
En el siguiente blog se pueden encontrar los vídeos de esta colección en una explicación general, con un índice por lugares y temas, y un apartado de artículos del autor.
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Viajes y eventos
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