Los bailes populares donde se baila suelto no siempre necesitan muchos músicos a los instrumentos. A veces con una o dos personas, si la concurrencia no es muy numerosa, se bastan para marcar el ritmo necesario para que los bailaores realicen sus movimientos. Un ejemplo de ello lo podemos ver en el siguiente vídeo, incluido en la Colección Memorias de la Tradición
www.youtube.com/user/antropologoclementegrabado el 2 de enero de 1994 durante la fiesta de Henares (pequeña localidad de Lorca, Murcia, España), localidad de pequeña y modesta población por ser un lugar de economía ganadera y agrícola con escasa fertilidad y de clima seco y riguroso. No obstante, allí se han criado algunos de los mejores músicos populares que ha visto el sureste español en las últimas décadas. En este caso tenemos en la imagen a dos de los mejores de ellos, Juan Gázquez Romera, Juan el Carujo, al violín, y Juan Gázquez Martínez a la voz y la guitarra. Ambos se bastan para sacar adelante unas piezas de una de las varias clases de parrandas (variedad de seguidillas) que se usan en la zona. Las parrandas son la música y el baile suelto más apreciado, con diferencia, en las colindantes zonas este de la provincia de Murcia y la oeste de la provincia de Almería (Andalucía), comarcas donde todavía se practican rituales vinculados a la música tradicional que están vivos e integrados en los usos sociales y no son un mero elemento de demostración folclórica de costumbres del pasado.
Al ritmo de las parrandas bailan varias parejas en el centro del habitual corro que se forma en estos casos. Como esta variedad de parrandas es algo más serena que otras (como las conocidas como peretas, de ritmo vivísimo), posibilita que una de las parejas, la que lo hace en primer plano, baile de manera muy elegante.
El cantaor, Juan Gázquez, emplea coplas en metro de seguidilla, en concreto algunas de las más conocidas en la zona, y entre versos o como entradilla usa los típicos recursos vocálicos de los que se valen los cantaores populares (como los flamencos) para amenizar el ritmo del cante: Eh, lerelelele… o ¡niña! A la vez, emite frases que sirven para la interacción entre los músicos y bailaores, lo que muestra, una vez más, la dinámica viva de estos bailes: ¡Vamos con la última!, o ¡ya está bien! ¿me levanto ya?
Cómo quieres que tenga
la cara blanca
si soy carbonerillo
de Salamanca
La perdiz en el campo
llueve y se moja
porque la probecita
no tiene choza
Se puede conocer más sobre estas músicas en el siguiente artículo del autor:
revistas.um.es/flamenco/article/view/248171/189231 Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez.
Colección Memorias de la Tradición: Licencia Creative Commons BY-NC-SA
En el siguiente blog se pueden encontrar los vídeos de esta colección formando parte de una explicación general:
memoriasdelatradicion.blogspot.com.esCorreo electrónico:<
20>memoriasdelatradicion@gmail.comSe ruega citar la procedencia y comunicar los posibles errores
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Viajes y eventos
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